domingo, 15 de marzo de 2009

CALIDAD DE VIDA. Pablo Romero Ibáñez

HACIA UNA COMPRENSIÓN DEL CONCEPTO CALIDAD DE VIDA
Una lectura multidisciplinar
Área de investigación: Bioética y Educación

Pablo Romero Ibáñez redipace@hotmail.com www.pedagogiadelahumanizacion.org

Resumen:
El presente ensayo, constituye un acercamiento a la comprensión del concepto calidad de vida, a partir de un ejercicio pluridisciplinar, pero con aportes claves de la Bioética. Para este fin, sigo una metodología basada en el sistema: pregunta-respuesta y en el desarrollo de una idea fuerza o hipótesis de trabajo en el que propongo un enfoque holístico de estudio del concepto, estructurándolo en seis componentes así: 1. Valores, 2. Principios de la Bioética, 3. Condiciones necesarias, 4. Escenarios y actores, 5. Variable transversal, 6. Imaginario personal y colectivo.

Palabras claves: componentes, calidad, vida, saber estar, bienestar, dignidad, buen trato, armonía, principios de la Bioética: justicia, beneficencia, no maleficencia y autonomía.

Implicaciones del concepto calidad de vida
El concepto calidad de vida posee diversos enfoques, matices, significaciones y formas de comprenderlo, justificarlo y aplicarlo, e incluso, contiene un componente objetivo y uno subjetivo. Lo objetivo se refiere a las convenciones mundiales que existen sobre el concepto calidad de vida, a los resultados de investigación que ha adelantado la Bioética y otras disciplinas como la sociología, la medicina, la antropología, la filosofía, la ingeniería ambiental, la psicología, la pedagogía y la teología, entre otras. Lo subjetivo, se relaciona a las múltiples formas de comprensión y manifestación personal del concepto, a la valoración de las actitudes, a aquello que es inherente en cada ser humano, al ser y al sentir y a los imaginarios personales y colectivos que inciden sustancialmente en la comprensión del concepto. Esta red de tejidos, sin duda hacen complejo, cualquier estudio que se desee emprender en pro de la comprensión y concientización de la importancia de trabajar cotidianamente por la calidad de vida.
En este ensayo , abordaré el concepto desde diferentes disciplinas, pero mediado por la Bioética. Cuando afirmo que es un ejercicio desarrollado desde diferentes disciplinas, no me refiero a un ejercicio interdisciplinario, ni mucho menos transdisciplinar, sino multidisciplinar porque asumo como punto de partida, el campo de la Bioética y genero un ejercicio dialógico con otras disciplinas en pro de encontrar una comprensión del concepto calidad de vida.
En esta línea de reflexión, considero pertinente preguntarnos: ¿Cómo se define la calidad de vida? ¿Qué valores y principios bioéticos están relacionados con la calidad de vida? ¿Qué implica la calidad de vida? ¿De quién depende la calidad de vida? ¿Ha evolucionado el concepto: calidad de vida? ¿Se puede crear una conciencia colectiva en torno a la calidad de vida en la cotidianidad? Unos lectores podría pensar que son pocas preguntas y otros, podrían reclamar que son demasiadas preguntas para acercarnos a la comprensión del concepto: calidad de vida; sin embargo -respetado lector- después de realizar una extensa indagación del concepto, estas preguntas son las que por esta vez, considero pertinentes, para acercarnos a la comprensión del concepto: calidad de vida.
Como idea fuerza en el desarrollo de la solución de estas preguntas y naturalmente, en pro de la comprensión y trascendencia del concepto calidad de vida, presento como hipótesis de trabajo una estructura que implica la interlocución entre una serie de componentes como son: valores, principios de la Bioética, condiciones necesarias, escenarios y actores, variable transversal e imaginario personal y colectivo.
Abordaré el estudio de estos seis componentes: 1. Valores, 2. Principios de la Bioética, 3. Condiciones necesarias, 4. Escenarios y actores, 5. Variable transversal, 6. Imaginario personal y colectivo, mediante las respuestas que daré a las preguntas que me he planteado .

¿Cómo se define la calidad de vida?
Los participantes en el proyecto WHOQOL (World Health Organization Quality of life), auspiciados por la OMS, definen la calidad de vida como:
La percepción del individuo de su situación en la vida, como en el contexto de su cultura y el sistema de valores en el que vive, y en relación a sus objetivos, expectativas, estándares y preocupaciones Escobar, Jaime y otros (2000: 10).
Según la Organización Mundial de la salud (OMS) la calidad de vida se define así:
Es el estado de complemento y bienestar físico, mental y social de una persona, y no sólo la ausencia de síntomas o de una afección determinada. Desde esta perspectiva, todo profesional de la salud debe entender a la enfermedad y procurar su tratamiento con base en los siguientes tres aspectos o factores: físico, mental y social. Oblitas, Luís (2006: 250).
En la ponencia y artículo: Fundamentos para la comprensión del problema de la calidad de la vida, mundo, posibilidad y apertura, de Carlos Maldonado, el autor sostiene que:
La calidad de la vida significa de entrada la calidad de la existencia de los seres humanos concretos y reales, y en las situaciones específicas en que existen y se esfuerzan por existir… Maldonado, Carlos (2000: 54).
Otra forma de definir el concepto calidad de vida, es el de comprenderlo en la satisfacción de las necesidades básicas. Empieza a experimentarse calidad de vida cuando se da un desarrollo de la persona humana en las dimensiones de su ser, de su sentir, tener y amar.
El concepto calidad de vida se torna complejo cuando empezamos a comprenderlo como un constructo que implica no solo el satisfacer necesidades, sino el de comprenderlas, interiorizarlas, valorarlas y potenciarlas hacia el bienestar común.

¿Qué valores y principios bioéticos están relacionados con la calidad de vida?
Una tensión que existe en la comprensión del concepto calidad de vida es que cualquier abordaje epistemológico, pasa por la compleja y tensa frontera de las significaciones y aplicaciones de los valores y principios que fundamentan e intentan explicar el concepto de calidad de vida. Por ejemplo, realicemos una aproximación dialógica con algunos valores y principios que sustentan a la calidad de vida.
Vida: Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el término Vida:
Proviene del latín Vita que significa: fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee. 2. Estado de actividad de los seres orgánicos, 3. Unión del alma y del cuerpo, 4. Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o vegetal hasta su muerte, 5. Duración de las cosas. Real Academia Española, h/z (2001).
La declaración Universal de los derechos humanos, proclamada el 10 de diciembre de 1948 Sostiene:
En su artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Artículo 25. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado…
La constitución Política Colombiana de 1991 en su preámbulo consagra como fines del constituyente:
“….asegurar a sus integrantes la vida… la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz….En el artículo 11 dice: El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.
La palabra “vida” al definirla por su oposición a la muerte, contribuye a la percepción, que entre mejor la prolonguemos, a través de dicha economía del objeto, mejor será.
Así, el concepto de calidad de vida llevaría implícita la idea de alejar la muerte ofreciéndole al sujeto los objetos que la ayuden a olvidarla. No quiere decir esto que la calidad de vida no pueda apuntar a otros aspectos fundamentales para la vida del hombre en comunidad, por ejemplo, poniendo a disposición de todos los bienes que son y han de seguir siendo públicos, lo cual ofrece un asiento para que los integrantes de una misma comunidad puedan reconocerse entre sí… Ardila (2004: 44).
En la sociedad actual, el sentido y significado de la vida, aún no lo hemos asimilado, pues seguimos en forma explícita e implícita atentando contra la propia vida, la de los demás y la del planeta tierra. Para comprender el valor y la esencia de la vida, necesitamos nuevos propósitos, contenidos y estrategias para el ámbito educativo y para la interacción social. Este es primer concepto que necesitamos comprender en el proceso de comprender la calidad de vida.
Calidad: hoy el concepto calidad, no solo es muy conocido, sino que es también muy manoseado, hasta el punto de prostituir su verdadera significación; por ejemplo, se habla de “calidad empresarial”, “calidad educativa”, “calidad en la televisión”; se habla de empresas “de calidad”, es decir “certificadas”. Lo grave de este asunto, es que en esta oferta y demanda de acceder a la calidad, ya hasta la calidad se puede comprar, de ahí que es normal encontrar en internet, todo tipo de portales que te ofrecen ser acreditado, para que tanto gerente, rector o directivo y su empresa se acrediten como un empresario y una empresa de calidad. Así que cuando veamos en una empresa de cualquier tipo, incluso, del sector de la salud y de la educación con una serie de cartones que certifican o acreditan a esa empresa como una institución de calidad, tomémonos el derecho de la duda. Acerquémonos ahora, a la comprensión del concepto. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el término calidad:
Viene del latín qualitas que significa propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor. Esta tela es de buena calidad. El significado 5. Dice: Estado de una persona, naturaleza, edad y demás circunstancias y condiciones que se requieren para un cargo o dignidad. Conjunto de condiciones que contribuyen a hacer agradable y valiosa la vida. Real Academia Española a/g (2001).
Desde las preocupaciones de la Bioética, al abordar la complejidad de los dos conceptos, el de vida y el de calidad, es compresible la pregunta que hace el Dr. Jaime Escobar Triana:
¿Qué es más prioritario para el enfermo terminal, la inviolabilidad de la vida o su calidad? Es una cuestión que solo puede ser resuelta por el titular en ejercicio legítimo de su derecho a la vida, con base en los principios de autonomía, dignidad e inviolabilidad misma y según sus circunstancias particulares. Escobar Jaime (1998).
Hoy, sin duda, a pesar de que falta mucho por mejorar en la calidad de vida que merecen los pacientes, se observa evolución en la interacción con los pacientes y sus familiares. Según Peter Singer:

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define cuidado paliativo como “un enfoque que mejora la calidad de vida de los pacientes y sus familias que afrontan el problema asociado con una enfermedad que amenaza la vida, a través de la prevención y el alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana y la evaluación impecable del tratamiento del dolor y de otros problemas físicos, sicosociales y espirituales”. Citado por Singer, Peter, Viens, A. M. (2008).

Así que al hablar de calidad, es importante relacionarlo con tres conceptos: impecable, transparencia y excelencia. No podemos continuar deteriorando el concepto en su uso cotidiano. Recuérdese, si un tratamiento médico es de calidad, es porque hay un profesional de la salud comprometido con mejorar el bienestar del paciente. Si una educación es de calidad, es porque existe un ambiente agradable de enseñanza-aprendizaje en el que hay buen trato y oportunidades para todos. Si un ambiente laboral es de calidad, es porque existe un ambiente de convivencia, excelente ambiente de trabajo, interacciones transparentes, respeto y valoración; es decir, hay una excelente relación interpersonal y de interlocución, donde se da la negociación y la concertación pacífica y progresiva .
Así que si vamos a hablar de calidad de vida, es porque existe un ambiente con bienestar, con armonía que se da en una experiencia de saber estar, lo que sin duda, exige trabajar en la madurez mental .
Dignidad: según el Diccionario De la Real Academia de la lengua Española, el término dignidad:
Se deriva del latín dignitas: cualidad de digno. 2. Excelencia, realce, 3. Gravedad y decoro en las personas en la manera de comportarse, 4. Cargo o empleo honorífico y de autoridad. Real Academia Española a/g (2001).
Es importante recordar que: se puede poseer dignidad y no experimentar una sensación de bienestar y mucho menos, poseer calidad de vida.

Los principios de la Bioética y la calidad de vida
Además de los elementos anteriores que aquí presento como valores, existen unos principios suficientemente fundamentados por la Bioética que sin duda, forman parte de la compleja comprensión del concepto calidad de vida. Hoy se ha podido determinar y aplicar unas reglas deontológicas básicas en el ámbito de las ciencias de la vida, según cuatro principios bioéticos:
Justicia: en los estudios desarrollados por la axiología, se asume como un valor. La Bioética ha dado, no solo a este valor, sino a los demás principios un sentido y significado explícito que hoy permite implementar procesos de valoración e incluso de medición de este principio, mediante cuestionarios y otra serie de instrumentos diseñados por esta disciplina. La justicia se interpreta desde la comprensión del valor de la equidad. En el campo de la salud, la justicia, entonces, permite que se trate de forma honesta y justa a los enfermos y a su entorno.
Beneficencia o benevolencia: su comprensión y aplicación permite hacer el bien, velar por la salud de las personas. En este principio, aún existen múltiples interrogantes por resolver como por ejemplo: ¿Hasta dónde hay beneficencia en la toma de una decisión al final de la vida, por parte de un médico o de un sustituto ?
No maleficencia: la aplicación de este principio, permite evitar el mal, los perjuicios innecesarios y los riesgos excesivos. France Quéré en su obra: La ética y la vida, realiza un planteamiento que permite comprender mejor la pertinencia e importancia del principio de la no maleficencia:
Aun en los tiempos en que este arte (la medicina) sólo fundaba su gloria en la abnegación de los médicos, su más vieja máxima recomendaba no dañar: “primun non nocere”. Consejo conmovedor por su modestia y lastrado de experiencias y de temores doblemente fundados: ¡a tal punto es más fácil estropear que reparar! Matar a un hombre está al alcance de cualquier bruto ignorante, pero curarlo, supone un largo aprendizaje. Quéré, France (1994).
La aplicación de la no maleficencia contribuye al bienestar del paciente y por ende lo acerca a la calidad de vida, pero no siempre se la asegura, recuérdese que la calidad de vida está íntimamente ligada a la cotidianidad de cada ser humano.
Autonomía: para que este principio se pueda experimentar, es necesario, respetar los intereses, las preferencias y la capacidad de decisión de los sujetos. No es con el ánimo de continuar complejizando el concepto de calidad de vida; pero en pro de acercarnos a la comprensión del concepto, me pregunto: ¿Es posible tener calidad de vida, cuando se asegura la autonomía de un ser humano? Al poseer autonomía, porque el sujeto ha comprendido su derecho y porque la sociedad se lo ha permitido, preguntémonos: ¿En que circunstancia se podría experimentar la calidad de vida?
Este es el momento para plantear una primera conclusión: la calidad de vida no es un valor ni un principio, pero los comprende, exige de ellos, una dinámica interactuante, dialógica y complementaria. Cuando falta un valor y principio, la calidad de vida se afecta.

¿Qué implica la calidad de vida?
Hasta aquí he planteado que la calidad de vida contiene una serie de valores y principios, pero hay un concepto clave que está inmerso en la comprensión de la calidad de vida, me refiero al bienestar, que aquí comprendo como eje transversal en la comprensión del concepto calidad de vida.

Eje transversal de la calidad de vida
El Bienestar: es el concepto clave, a la hora de preguntarnos ¿Qué implica la calidad de vida? Bienestar, porque nos permite educarnos en le saber estar. Expertos en el tema como Erik Allardt afirman que la palabra bienestar significa:
Estar o sentirse bien (well-being), y que se relaciona tanto con el nivel de vida como con la calidad de la misma. Allardt, Erik (1998: 126).
El bienestar tiene que ver con un permanente ejercicio interno y uno externo. 1. Percepción interior: Lo que siento y lo que percibo que piensan o sienten los demás sobre mí. 2. Las percepciones, las acciones e interacciones que ejecutan las demás personas ante nuestra realidad. Alcanzar un logro personal, individual o colectivo nos genera una sensación de bienestar y hacer el bien a otros, también nos puede generar una sensación de bienestar. Sentir que somos amados y aceptados en nuestra familia, en nuestro entorno laboral y en las interacciones políticas y sociales cotidianas, genera bienestar; por tanto, el bienestar es por excelencia, la columna vertebral de la calidad de vida.

¿De quién depende la calidad de vida?
Experimentar la calidad de la vida exige un proceso de comprensión e interacción con sus dos grandes dimensiones: 1.Objetiva y 2. Subjetiva, con la valoración de los actores, escenarios y los diversos recursos que siempre están presentes en todo proceso de interacción social. Depende de los imaginarios personales y sociales que se posea sobre bienestar, felicidad y calidad de vida. Depende de cómo se entiendan los tres pilares de la ontología social: dignidad de la vida, calidad de la vida y la alegría de vivir .
En esencia, la calidad de vida depende de la humanidad, de comprender su “felicidad”, de sus procesos de asimilación ética, del paso de una ética normativa a una ética argumentativa. Como bien lo expuso Aristóteles hace más de dos mil años:
Ser feliz, tiene dos elementos en común: “vivir bien y obrar bien”… Una persona es feliz toda su vida cuando sabe sortear incluso las situaciones más adversas. Nobleza y moderación, nos pide el estagirita. Al hombre virtuoso los eventos favorables lo engrandecen y los adversos no lo empequeñecen. Vivas, Selnich (2003:24-25).
En este mismo sentido, Humberto Maturana nos recuerda:
Yo pienso que la ética en verdad, la preocupación ética, es la preocupación por las consecuencias de las propias acciones sobre otros; no es la preocupación por sí mismo, no tiene que ver con el conocimiento de sí mismo, tiene que ver con la responsabilidad. Si a mí me preocupa lo que pasa con otros, con mi conducta, entonces tengo preocupación ética, si no me preocupa y no me importa lo que pasa con otros ni siquiera surge la pregunta sobre las consecuencias de mi conducta en los demás. Maturana, Humberto (2000:101).
Así que, si vamos a responder a la pregunta, ¿De quién depende la calidad de vida? Empecemos por comprender, que la dependencia fundamental está ligada a un proceso de interacción social. Cuando nos preocupamos por conocer al otro, damos el primer paso en la construcción de un ambiente armónico y agradable. Por el contrario, si nos encerramos en nosotros mismos, si creemos que el mundo, el entorno y las demás personas giran alrededor nuestro, nos alejaremos de la experimentación de la calidad de vida.

¿Ha evolucionado el concepto calidad de vida?
El concepto calidad de vida ha evolucionado y sigue evolucionando. Primero, el término se refería al cuidado de la salud personal, después se empezó a dar una preocupación por la salud e higiene públicas, posteriormente se incluyó en los derechos humanos (todos los artículos propenden por la calidad de vida, véase todos los artículos de la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS), luego se empezó a observar la necesidad de trabajar en pro de la calidad de vida en el ambiente laboral, en la interacción ciudadana, posteriormente a la capacidad de acceso a los bienes económicos y, finalmente, se convirtió en la preocupación por la experiencia del sujeto sobre su vida social, su actividad cotidiana y su propia salud.
En este proceso evolutivo del concepto, hoy cuando se habla de calidad de vida , se hace referencia a la evaluación objetiva y subjetiva de al menos estos elementos: salud, alimentación, derechos humanos, educación, trabajo, vivienda, medio ambiente, seguridad social, vestido, ocio, recreación y buen trato.
En el campo de la salud, sin duda, se han dado avances significativos en la atención y el cuidado de los pacientes. Por ejemplo, Peter Singer afirma que:
Enfrentarse al cuidado de los pacientes al final de la vida, es difícil para todos los participantes. Con frecuencia, las cuestiones éticas son considerablemente más difíciles que la atención médica propiamente dicha. Singer, Peter; Viens, A. M. (2008).
Hoy, se observa en todo tipo de hospitales o clínicas, programas y proyectos enfocados al mejor cuidado del paciente y la atención de los familiares. Sin duda, esto es una evolución, pero aún, nos falta mucho por seguir evolucionando en el ámbito de la salud y de todos los demás escenarios; por eso, tiene sentido, desarrollar todas las investigaciones posibles en pro de acercarnos más a la comprensión de este complejo concepto: calidad de vida.

¿Se puede crear una conciencia colectiva en torno a la calidad de vida en la cotidianidad?
Por limitaciones de espacio, en esta ocasión, solo haré una breve presentación a manera de síntesis, en función de iniciar y plantear unos elementos mínimos que permitan pensaren la posibilidad de un proceso de conciencia colectiva en torno a la calidad de vida, que empieza por abordar cinco escenarios y actores básicos:
1. Políticas globales y locales: ya existen, y necesitan seguir evolucionando. Los 30 artículos de la Declaración Universal De Los Derechos Humanos están en deuda con las necesidades y complejidad del planeta tierra. Hoy por ejemplo, ya se está hablando de la carta de la tierra. La constitución o leyes de nuestras naciones, así como están redactadas, siguen en deuda en pro de hacer realidad la calidad de vida.
2. Educación: hay mucho por aprender y aplicar sobre calidad de vida. Siguen existiendo prácticas educativas que intentan “educar” con el miedo, la amenaza, el castigo y todo tipo de expresiones primitivas que contribuyen al deterioro del tejido social.
3. Medios de comunicación: es poco lo que aportan, y en múltiples ocasiones, contribuyen al deterioro de la calidad de vida.
4. Entorno social: la sociedad sigue siendo inmadura en su interacción cotidiana. Aún no poseemos un imaginario colectivo centrado en el buen trato, en la solidaridad.
5. Entorno laboral: “sálvese quien pueda”, es una consigna implícita en muchos escenarios laborales. En los ambientes laborales predomina la envidia, el egoísmo, el chisme, los rumores, la cizaña y la codicia. De las directivas a los empleados, sigue vendiéndose el miedo y la amenaza que desembocan en estrés, tensiones, nerviosismo e inseguridad.

Valoración del concepto calidad de vida
Y en efecto, nos encontramos en una sociedad que superó los meta-relatos, que exige argumentos y evidencias para creer, que a su vez, está influenciada y alienada por los medios de comunicación y las tecnologías, que a pesar de saciar todos sus placeres y disfrutar de todo aquello que hoy la sociedad contemporánea le ofrece a través del internet y la experiencia directa con la naturaleza y lo artificial, a pesar de tener sujetos que le aprecian, le quieren o aman, a pesar de poseer objetos que le complacen, a pesar de interactuar con todos los valores y principios que ya abordé, existe un vacío torturante y silencioso que no permite hacer realidad la calidad de vida.
Condiciones necesarias: cuatro condiciones necesarias en la comprensión del concepto calidad de vida son: tener, ser, amar y sentir.
Tener: Erik Allardt expone que el concepto tener:
Se refiere a las condiciones materiales que son necesarias para la supervivencia y para evitar la miseria. Cubre las necesidades de nutrición, de aire, de agua, de protección contra el clima, el ambiente, las enfermedades, etc. Allard Erik (1998).
El concepto “tener”, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española lo expone así:
Del latin tenere, que significa asir o mantener asido a algo, contener o comprender en sí, sujetar, tener la palabra, la promesa, recibir huéspedes, estar en la precisión de hacer algo u ocuparse en ello. Tener clase, tener junta… (Real Academia Española, 2001).
“Tener” es un concepto amplio, que implica lo físico y lo emocional. Nos acercamos a la experiencia de la calidad de vida, si aseguramos algunos beneficios mínimos que nos eviten caer en la miseria. Si no cubrimos nuestras necesidades básicas, hay una alta posibilidad de que nos alejemos de la calidad de vida. El problema, se torna más complejo, si incluimos a esta disertación, la tensión: política – economía – creencias – costumbres-hábito de vida. Se puede acceder al “tener” con plena satisfacción del sujeto y aún así, no experimentar la calidad de vida. En este punto de esta escritura, quiero hacer una primera valoración: el “tener” es un componente, no es ni el eje central, ni la matriz que cubre la exigencia de la comprensión del concepto calidad de vida.
Ser: es otra condición (componente) necesaria en la compresión del concepto calidad de vida y generalmente se le ha asociado con entidad o ente, en tanto que posee existencia y autonomía; sin embargo, el concepto “ser”, es mucho más complejo; por ejemplo, Martin Heidegger, nos aporta, en su obra: El Ser y El Tiempo, una disertación profunda sobre el concepto “ser” y nos advierte sobre los tres prejuicios que existen sobre el concepto:
1. El “ser” es el “más universal” de los conceptos… 2. El concepto de “ser” es indefinible. Es lo que se concluyó de su suprema universalidad. El ser no es susceptible de una definición… 3. El “ser” es el más comprensible de los conceptos. En todo conocer, enunciar, en todo conducirse relativamente a un ente, en todo conducirse relativamente a sí mismo, se hace uso del término “ser” y el término es comprensible “sin más”. Heidegger, Martin (1998: 12-13).
Según los estudios contemporáneos realizados por Erik Allardt, el concepto “ser”:
Se refiere a la necesidad de integrarse a la sociedad y vivir en armonía con la naturaleza. El lado positivo de ser puede caracterizarse como el desarrollo personal, mientras que los aspectos negativos se refieren al aislamiento. Los indicadores miden, por ejemplo:
- hasta donde una persona participa en las decisiones y actividades que influyen en su vida;
- las actividades políticas
- las oportunidades para (realizar) actividades recreativas;
- las oportunidades de una vida significativa en el trabajo, y
- las oportunidades de disfrutar de la naturaleza, ya sea mediante la contemplación o por medio de actividades como el paseo, la jardinería y la pesca. Allardt, Erik (1998:130).

Entonces, en este enfoque, el concepto “ser”, implica la interacción social, el crecimiento con el otro, es un ser ahí con el otro, con el entorno y en su tiempo. Cuando esta realidad se da, podemos defender con suficiente argumentación y evidencia, que la calidad de vida empieza a nacer. Es en la comprensión de la vida, donde se percibe la semilla de la calidad de vida y es en el “ser” como realidad social, donde surge la explicitación de la calidad de vida.
Amar: este sentimiento es fundamentalmente social, pues si se “ama” y no se es correspondido en el acto de “amar”, el sentimiento, se debilita y pierde su sentido y lugar en pro de alcanzar la calidad de vida tan anhelada. Por otra parte, si se recibe “amor” en una comunidad de amigos, familia o ambiente laboral, y quien lo está recibiendo en este ambiente, no lo retorna, también es excluido por el mismo contexto social. Antes, de ser excluidos, hace rato nosotros nos hemos excluido. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua:
Amor es un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.2. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.3. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. Real Academia Española a/g (2001).
Según Miguel de Zubiría Samper, el “amor” detenta una triple naturaleza irreductible así:
Desde la relación afectiva más sencilla (bebé-madre) hasta la más sofisticada (matrimonio humano) participa en grado elevado el conocimiento. Conocimiento relativo a las reglas comunicativas…. Por eso el amor es ciencia. Aún sin saber caminar ni sostener el peso de su propio cuerpo, el bebé debe volverse experto en cuatro destrezas afectivas fundamentales… Destreza para iniciar interacción con su madre… Destreza para mantener y profundizar la relación. Destreza práctica para recapturar su atención luego de los continuos e innumerables conflictos. Y destreza final para cerrar cada microcapítulo amoroso… Por eso el amor es trabajo. Adicional al conocimiento y a las destrezas exigidas, a manera de un tercer componente, forma parte obvia del amor la entrega que pone cada quién en el otro y en la relación. Algunos dejan el alma en cada relación…El verdadero sujeto amoroso nunca deja de jugar el juego. Se entrega de todo corazón, compromete sus sentimientos y su sensibilidad. Por eso el amor es arte. De Zubiría, Miguel (2002).
Basándose en los aportes de Robert Erikson y otros autores, sobre la base de un riguroso proceso de investigación, Erik Allardt expone que amar:
Se refiere a la necesidad de relacionarse con otras personas y de formar identidades sociales. El nivel de satisfacción de la necesidad puede evaluarse con medidas que indiquen:
- el arraigo y el contacto con la comunidad local
- el apego a la familia y a los parientes;
- patrones activos de amistad;
- relaciones y contactos con compañeros miembros en asociaciones y organizaciones, y
- relaciones con los compañeros de trabajo. Allardt, Erik (1998).

La calidad de vida, entonces, adquiere su pincelada social, a partir de la condición (componente) amar, porque exige en palabras de Miguel De Zubiría, una triple naturaleza como lo es: el conocimiento (la ciencia), el trabajo y el arte, y en el aporte de Erik Allardt, el amor exige la interacción social y de esta forma podemos valorar a partir de cuestionarios u otros instrumentos, el componente “amar” en pro de acercarnos a la presencia o no de la calidad de vida en un ser humano.
Sentir: permite experimentar sensaciones producidas por causas externas o internas, siendo los sentidos los encargados de transmitirlas. El SENTIDO es la única función para la cual el organismo percibe las diferentes formas de energía mediante órganos más o menos diferenciados; desde las simples terminaciones nerviosas, hasta las más complejas estructuras nerviosas externas. Tradicionalmente, se ha planteado que sentimos a través de la vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto, pero hoy, por ejemplo, en campos como la filosofía estética o del arte, se dice que el ser humano es en esencia un solo sentido, que percibe , respira, siente, reacciona y propone.
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua, lo define así:
Del latín sentiré, experimentar sensaciones producidas por causas externas o internas. 3. Experimentar una impresión, placer o dolor corporal, sentir fresco, sed. 4. Experimentar una impresión, placer o dolor espiritual, sentir alegría, miedo. 5. Lamentar, tener por doloroso y malo algo. Sentir la muerte de un amigo… Real Academia Española h/z (2001).
Comprender la importancia y aplicar el significado del “sentir” en el ser humano, es trabajar en pro de un mundo sensible y solidario, que aprende a solidarizarse con el dolor del otro, y a emocionarse con la alegría del prójimo; por tanto, aprender a administrar el “sentir” es una condición en todo proceso de comprensión de la calidad de vida. Se puede sentir dolor, pena, enojo, ira, angustia, fracaso, soledad; pero si aprendemos a administrar nuestro “sentir” es decir, si administramos nuestros sentimientos y emociones, habrá mayor posibilidad de experimentar una sensación de bienestar, que no se puede confundir con una sensación de resignación, sino de comprensión , de calidad de vida.

El laberinto de la calidad de vida (hacia una conclusión)
Se puede “tener” lo básico, suficiente o en exceso, y aún así, no poseer calidad de vida. Se puede amar y ser correspondido y aún así, no poseer calidad de vida, se puede haber trabajado toda una vida en el “ser”, y se puede experimentar el “sentir”, el degustar la vida, el “amor” y aún así, no poseer calidad de vida. Sin duda, necesitamos de una interacción armónica y permanente con estas cuatro variables: tener, ser, amor y sentir. Su presencia simultánea, con valores y una interacción significativa con los principios bioéticos, permite acceder a la experiencia del “saber estar”, es decir, poseer calidad de vida.
El “saber estar” nos permite comprender y compartir el “amor”, nos conduce a la interacción significativa del “ser”, del “sentir” y comprender el sentido del “tener”.
Nuestra sociedad, desde su infancia, necesita ser formada en la comprensión del bienestar, es decir, el “saber estar”, que en esencia, está muy lejos del conformismo y de la mediocridad, por el contrario, el “saber estar” se comprende en la evolución del ser humano, en su madurez mental, en el sentido que lo explica Edgar Morin, Ciurana y Motta:
La prosecución de la humanización daría lugar a un nuevo nacimiento del hombre. El primer nacimiento fue el de los inicios de la hominización, hace algunos millones de años, el segundo nacimiento lo proporcionó la emergencia del lenguaje y de la cultura, probablemente a partir del homo erectus, el tercer nacimiento fue el del homo sapiens y la sociedad arcaica, el cuarto fue el nacimiento de la historia, que comprende simultáneamente los nacimientos de la agricultura, de la ganadería, de la ciudad y del Estado. El quinto nacimiento, posible pero todavía no probable, sería el nacimiento de la humanidad, que nos haría abandonar la edad de hierro planetaria, de la prehistoria del espíritu humano, que civilizaría la tierra y vería el nacimiento de la sociedad-mundo. Morin; Ciurana y Motta (2003: 124).
Calidad de vida no es un valor, tampoco es un principio, no es una estrategia, mucho menos un adjetivo; es un constructo de interacción social que incluye procesos de comprensión e interacción con valores, principios bioéticos, condiciones necesarias, escenarios y actores, variable transversal, imaginario personal y colectivo.
Es entonces, en la aplicación de una ética del cuidado, en ambientes de aprendizaje cooperativo y en la comprensión de la interacción social pacífica y constructiva, donde se puede comprender y experimentar la calidad de vida. Como afirmé anteriormente, cuando nos preocupamos por conocer al otro, damos el primer paso en la construcción de un ambiente armónico y agradable. Por el contrario, si nos encerramos en nosotros mismos, si creemos que el mundo, el entorno y las demás personas giran alrededor nuestro, muy pronto, nos alejaremos de la experimentación de la calidad de vida. Somos en el otro y el otro es en nosotros. Preguntémonos: ¿El otro es el infierno o el otro soy yo?
En este sensible ejercicio de acercarnos a la comprensión del concepto calidad de vida, podríamos seguir planteando cientos de preguntas, algunas de estas, son: ¿Se puede educar a un ser humano en un imaginario centrado en la calidad de vida? ¿Es posible evaluar la calidad de vida? ¿Si la calidad de vida no es una estrategia, es posible implementar estrategias para acceder a ella? ¿Si es posible establecer estrategias, qué tipo de estrategias se pueden aplicar en la interacción social cotidiana para acceder a la calidad de vida? ¿Cómo se puede percibir la experiencia de calidad de vida? ¿Qué concepciones y prácticas se pueden implementar en el campo de la salud y de la educación para hacer realidad la calidad de vida? ¿Es posible crear una conciencia global en el planeta tierra sobre la importancia de trabajar cotidianamente en pro de la calidad de vida? ¿En una sociedad, vestida por la inmadurez mental, es posible hablar de calidad de vida?




BIBLIOGRAFÍA REFERIDA
- Allardt, Erik (1998). Tener, amar, ser: una alternativa al modelo sueco de investigación sobre el bienestar, en: La calidad de vida, compilada por Nussbaum, Martha y Sen, Amartya, México D.F. Fondo de cultura económica.
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